jueves, 31 de enero de 2013

tipos de conflictos

Los conflictos, pequeños o grandes, pueden ser una constante en la vida de muchas personas y, de hecho, a todos nos toca enfrentarlos de vez en vez. Sin embargo, el hecho de que exista una situación conflictiva no significa necesariamente que se evidencie un conflicto. Para que el conflicto surja, se hace necesario que las partes tomen conciencia de esta situación, que la perciban y la vivencien como conflictiva. En este proceso es que se moldea realmente el conflicto. Es el momento en que se hace realidad para ambas partes. De las particularidades que asuma esta toma de conciencia aparecerán diferentes tipos de conflicto. Antes de mencionar los tipos de conflictos más comunes imaginemos una situación muy sencilla: Una pareja dispone de un solo televisor y simultáneamente el esposo desea ver la transmisión del futbol mientras la esposa desea ver un filme. La situación conflictiva se vislumbra a partir de la existencia de un objeto común (el televisor) que es requerido a la misma vez por las dos partes (el esposo y la esposa) con propósitos diferentes (ver distintos programas). El conflicto auténtico, se define por la existencia de una situación conflictiva objetiva que es percibida por ambas partes como tal, de manera precisa y homogénea. En el caso de nuestra pareja, si ambos perciben la situación como que al otro realmente le interesa ver el programa que reclama (al esposo el futbol y la esposa el filme), entonces estamos frente a un conflicto auténtico. El conflicto auténtico es consecuencia de la existencia de intereses similares que son percibidos como conflictivos. El conflicto de atribución errónea, se define a partir de que cada una de las partes le atribuye una interpretación diferente a la situación conflictiva objetiva. Este es el caso de nuestra pareja si, por ejemplo, la esposa interpreta que el esposo quiere ver el futbol precisamente en el horario de su filme no porque verdaderamente le interese sino sólo por molestarla. En el conflicto de atribución, la dificultad no está tanto en la percepción de la situación en sí misma sino en la actitud, en este caso de desconfianza y defensiva, con que se enfrente. El conflicto latente, como su nombre lo indica, es aquel que aún no se ha expresado en una conducta manifiesta que lo identifique pero aparece en la base de otros conflictos y dificulta, por lo tanto, la comprensión de estos. Si seguimos el caso de nuestra pareja, pudiéramos imaginar que la esposa es capaz de darle la interpretación de interposición al deseo de su marido de ver el futbol, porque esta es una forma de aflorar o emerger algún conflicto latente entre ellos. El pseudoconflicto, se caracteriza por la no presencia de una situación conflictiva objetiva evidente. Es el caso en que uno "busca por los alrededores" para encontrar «la causa» del conflicto y no se encuentra. Sin embargo... las partes lo vivencian. Sigamos el ejemplo de nuestra pareja, pero pensemos en el caso de que hayan comprado otro televisor. Tienen ahora un televisor en la sala y otro en el cuarto. Pudiera parecer entonces que no tendría que existir ningún conflicto, ya que cada cual podría ver su programa preferido sin molestar al otro. Pero, ¿qué sucedería si ambos quieren ver su programa en el televisor del cuarto? Obviamente, los pseudoconflictos tienen su situación conflictiva ubicada en la forma en que se relacionan y comprenden ambas personas ya que en realidad no existe un gran problema o divergencia puesto que esta podría solucionarse fácilmente con satisfacción para ambas partes. No obstante, la mezcla de conflictos es realmente la forma más usual en que estos aparecen. Como su nombre lo indica, este tipo de conflictos implica la existencia simultánea de varias situaciones conflictivas que normalmente tienen en su base en un conflicto latente sobre el cual se va instalando, en el transcurso del tiempo, el resto de los tipos de conflicto. Obviamente, la solución de este tipo de conflicto resulta mucho más compleja.

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